
El Trastorno Bipolar
El trastorno bipolar es una condición médica que implica variaciones intensas en el estado de ánimo de quienes lo padecen. Esta enfermedad provoca cambios de humor extremos entre la alegría y la tristeza. Los cambios de ánimo son bruscos y oscilan entre episodios de euforia extrema (manía o hipomanía) y estados de depresión.
Junto con los cambios de ánimo, el trastorno bipolar provoca cambios en el comportamiento, los niveles de energía y los niveles de actividad.
Tipos de trastorno bipolar
Existen tres tipos diferenciados de trastorno bipolar:
Trastorno bipolar I
Se experimentan episodios maníacos en los que los síntomas maníacos duran una semana o más, requieren hospitalización, o están acompañados de síntomas psicóticos. Este tipo de trastorno implica la aparición de episodios de manía con o sin episodios de depresión.
Trastorno bipolar II
Se experimenta al menos una fase hipomaníaca (de menor impacto que la maníaca pero con similar expresión) y otra depresiva, las cuales se intercalan sin un orden aparente. Previamente a esta fase de hipomanía no debe haber ocurrido una fase de manía (tipo I).
Ciclotimia
Se experimentan fases agudas de depresión leve e hipomanía, cuya intensidad e impacto no entran dentro de las categorías de diagnóstico previamente mencionadas. La situación se mantendría de forma más crónica generando así perturbaciones en la vida diaria del paciente, su trabajo y sus relaciones sociales.
SÍNTOMAS
En los episodios de manía:
- Exceso de energía que impide el descanso.
- Sentimientos de poder e importancia.
- Irritabilidad.
- Sentirse ‘conectado y emocionado’.
- Falta de sueño.
- Actos arriesgados e imprudentes.
En los episodios de depresión:
- Falta de interés en aspectos que antes producían placer.
- Tristeza.
- Lentitud en el movimiento y en la expresión.
- Sentimientos de desesperanza.
- Pensamientos recurrentes sobre la muerte.
En los episodios mixtos de manía y de depresión suelen darse simultáneamente la ocurrencia de los síntomas mencionados previamente.
Tratamiento
Los medicamentos son una parte esencial en el plan de tratamiento del trastorno bipolar. Los estabilizadores del ánimo y los antidepresivos bajo supervisión médica pueden resultar de ayuda para controlar los cambios extremos de humor y reducir los síntomas de manía y de depresión.
La psicoterapia, como la terapia interpersonal y de ritmo social, se centra en la estabilización de los ritmos diarios y en la creación de rutinas regulares que permiten controlar mejor el estado de ánimo.
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